"Tan solo un segundo" - Virginia S. Mckenzie | 2017 | New Adult | Autoconclusivo | Precio: 15,20 € (Papel) | Lo quiero ya ♥
Hannah tenía un futuro prometedor en aquello que más amaba: la danza sobre hielo. Una meta por la que había luchado junto a Nicholas, su mejor amigo y compañero, durante los últimos diez años. Hasta que el error de otro le demostró lo efímeros que pueden ser los sueños.
Mikhail hace mucho que olvidó lo que era disfrutar al salir a la pista. Es más, tras la lesión que lo obligó a retirarse del patinaje artístico, creyó que nunca tendría ocasión de recordarlo. Sin embargo, el destino parece dispuesto a darle la oportunidad de volver a competir y, sobre todo, de cumplir una promesa grabada con tinta en su cuerpo. Claro que para ello tendrá que convencer a Hannah de que juntos pueden lograr grandes cosas.
Para ambos, luchar por un nuevo comienzo significará tener que hacer frente a sus heridas emocionales, porque solo si son capaces de curarlas encontrarán la manera de vivir y amar sin fronteras.
Mikhail hace mucho que olvidó lo que era disfrutar al salir a la pista. Es más, tras la lesión que lo obligó a retirarse del patinaje artístico, creyó que nunca tendría ocasión de recordarlo. Sin embargo, el destino parece dispuesto a darle la oportunidad de volver a competir y, sobre todo, de cumplir una promesa grabada con tinta en su cuerpo. Claro que para ello tendrá que convencer a Hannah de que juntos pueden lograr grandes cosas.
Para ambos, luchar por un nuevo comienzo significará tener que hacer frente a sus heridas emocionales, porque solo si son capaces de curarlas encontrarán la manera de vivir y amar sin fronteras.
Hannah Daniels tenía todo lo que podía desear: una buena vida, unos buenos amigos y un futuro que parecía augurarle grandes cosas en el mundo de la danza sobre hielo acompañada de su mejor amigo Nick. Eran carismáticos, trabajadores y ambos poseían un talento y una conexión mutua que les hacía sobresalir, ya a sus dieciocho años, frente al resto de sus competidores.
Pero el fatal destino quiso que, en un solo segundo, todo aquello por lo que llevaban años luchando se desplomase a la misma velocidad que un edificio que acaban de demoler. Rápido, doloroso, devastador. Todo se vino abajo entre un amasijo de hierros curvados y cristales rotos. Y fue entonces, cuando ambos se dieron cuenta de lo efímera que puede llegar a ser la vida y de lo poco que importa pensar en un futuro que es posible que jamás se llegue a cumplir.
Nick cambió, Hannah cambió, sus vidas cambiaron en esa milésima de segundo en que vieron sus vidas desaparecer antes sus rostros aterrados por el miedo y el dolor.
Después de aquello, meses y meses de culpabilidad, rabia y frustración que ninguno de los dos estaba preparado para sentir y mucho menos para dominar. Meses de adaptación a una realidad que les era desconocida y que no lograban identificar como suya. Lejos del hielo, de las competiciones y de ese futuro que tantas veces habían soñado con vivir juntos. De la mano. Unidos.
Por eso, cuando Mikhail Egorov (ex patinador y medallista olímpico) apareció en su vida buscando su segunda oportunidad en hielo, Hannah supo que su respuesta debía ser no. Daba igual lo mucho que deseara volver a las pistas, hacerlo sin Nick no debía ser una opción. Y sin embargo, en su corazón, ella sabía que lo era. Que era su última oportunidad de volver a dedicarse a lo que siempre había deseado durante toda su vida.
Miedos, frustración, dolor, rencor, rabia...Un millón de emociones contenidas en tres vidas distintas que deben encontrar la forma de congeniar, no solo entre ellas, si no consigo mismas. En ocasiones, aceptar la realidad y vivir en ella sin reconocerla, conlleva el mayor de los desafíos a los que una persona puede enfrentarse. Pero debemos hacerlo. ¿En qué si no, consiste la vida?
Como ya he dicho, esta es la primera novela de la autora Virginia S. Mckenzie publicada (con gran acierto) por Ediciones Urano. Y a su autora, a la editorial y a la propia historia, he de darles las gracias por devolverme al redil de los lectores, subsanando (espero que por completo) mi parón lector de casi un mes. Así que ¡gracias! Pero bueno, vayamos a la cuestión y analicemos un poco más en profundidad la novela. Empezando, como no, por lo que más me ha gustado de ella: los personajes.
Hannah, es una chica alegre, divertida y un poco tierna que adora a su familia, a sus amigos y a su gente muy por encima de cualquier otra cosa en el mundo. Incluso por encima de sí misma, de sus deseos y de sus sueños. Por eso, cuando ella y Nick, sufren aquel accidente que acaba con el futuro deportivo de su mejor amigo, ella considera que lo justo es el suyo también desaparezca. Es verdad que adora patinar y estar sobre el hielo, entrenar y competir, pero dentro de ella siente que seguir haciéndolo si no es de la mano de su amigo, significaría la mayor de las traiciones posibles para con él. Y ese fue uno de los motivos que más me hizo empatizar con ella. Porque, aunque sepa del error de su razonamiento, yo también acostumbro a comportarme así. Me olvido de lo que yo quiero por pensar siempre en lo que quieren los demás. Por eso Hannah, me encandiló como lo hizo.
Misha, es tierno y pícaro a partes iguales. Como si algún dios del Olimpo hubiese medido a su atractivo y sus ojos celestes, hacen de él, el espécimen masculino por el que cualquier mujer del mundo se pasaría la vida suspirando (yo la primera). Sin embargo, este personaje esconde tras de sí mucho más de lo que a priori podría parecer. Un pasado doloroso y triste que le confiere cierto aire de chico atormentado que no hace más que añadirle más atractivo a su persona. Me encantó en cuanto abrió la boca y Virginia le dio vida. Y mojaréis las bragas con como trata a Hannah.
conciencia las tacitas que debía ponerle de cada una de las dos cosas. Y eso, acompañado de
Por otro lado, también tengo que hablaros de Nick. El mejor amigo de Hannah un chico alegre y divertido que desaparece por completo tras el accidente que truncó su futuro. Después de eso, la rabia y la frustración anidan en su alma hasta el punto de convertirlo en una persona que ni él mismo logra reconocer. La rabia y la inquina que vomita por la boca cada vez que habla es de esas que, aunque comprendes, no soportas. Y aun así, tienes la esperanza de que cambie. No sé. Nick es, simplemente, un personaje que me fascinó. Debéis conocerlo para entenderlo.
Y por último, no puedo dejar de hablar de Abby, la mejor amiga de Hannah. Una rubia alocada y decidida que encarna (más de lo que me gustaría admitir) parte de lo que me gustaría ser. Es deshinbida, sincera y honesta y sus comentarios mordaces os harán reír con ganas.
De la trama, os diré poco porque ya os la he resumido muy bien al principio del post. Pero me parece fresca, original y acertada. Todo a la vez. Con escenas muy divertidas mezcladas con escenas que me han hecho llorar. Es sentimental y tierna. Y nos habla, principalmente, de lo que es superar obstáculos que ni tu mismo te ves capaz de sortear. De la lucha interna y de la lucha con los demás. De la vida misma . Fantástica.
Para terminar, os diré que la pluma de Virgina me ha encantado desde el principio hasta el final. Humor irónico, humor alocado, ternura, sentimiento. Todo transmitido desde las voces de tres personajes que era necesario oír narrar, como son Hannah, Misha y Nick.
Coloquial, natural y sincera. Una narración estupenda.
Pero el fatal destino quiso que, en un solo segundo, todo aquello por lo que llevaban años luchando se desplomase a la misma velocidad que un edificio que acaban de demoler. Rápido, doloroso, devastador. Todo se vino abajo entre un amasijo de hierros curvados y cristales rotos. Y fue entonces, cuando ambos se dieron cuenta de lo efímera que puede llegar a ser la vida y de lo poco que importa pensar en un futuro que es posible que jamás se llegue a cumplir.
Nick cambió, Hannah cambió, sus vidas cambiaron en esa milésima de segundo en que vieron sus vidas desaparecer antes sus rostros aterrados por el miedo y el dolor.
Después de aquello, meses y meses de culpabilidad, rabia y frustración que ninguno de los dos estaba preparado para sentir y mucho menos para dominar. Meses de adaptación a una realidad que les era desconocida y que no lograban identificar como suya. Lejos del hielo, de las competiciones y de ese futuro que tantas veces habían soñado con vivir juntos. De la mano. Unidos.
Por eso, cuando Mikhail Egorov (ex patinador y medallista olímpico) apareció en su vida buscando su segunda oportunidad en hielo, Hannah supo que su respuesta debía ser no. Daba igual lo mucho que deseara volver a las pistas, hacerlo sin Nick no debía ser una opción. Y sin embargo, en su corazón, ella sabía que lo era. Que era su última oportunidad de volver a dedicarse a lo que siempre había deseado durante toda su vida.
Miedos, frustración, dolor, rencor, rabia...Un millón de emociones contenidas en tres vidas distintas que deben encontrar la forma de congeniar, no solo entre ellas, si no consigo mismas. En ocasiones, aceptar la realidad y vivir en ella sin reconocerla, conlleva el mayor de los desafíos a los que una persona puede enfrentarse. Pero debemos hacerlo. ¿En qué si no, consiste la vida?
Tanto Abby como yo nos quedamos muy quietos, estupefactos, hasta que su rostro se iluminó de tal manera que fue como si amaneciera por segunda vez en un mismo día.
Como ya he dicho, esta es la primera novela de la autora Virginia S. Mckenzie publicada (con gran acierto) por Ediciones Urano. Y a su autora, a la editorial y a la propia historia, he de darles las gracias por devolverme al redil de los lectores, subsanando (espero que por completo) mi parón lector de casi un mes. Así que ¡gracias! Pero bueno, vayamos a la cuestión y analicemos un poco más en profundidad la novela. Empezando, como no, por lo que más me ha gustado de ella: los personajes.
Hannah, es una chica alegre, divertida y un poco tierna que adora a su familia, a sus amigos y a su gente muy por encima de cualquier otra cosa en el mundo. Incluso por encima de sí misma, de sus deseos y de sus sueños. Por eso, cuando ella y Nick, sufren aquel accidente que acaba con el futuro deportivo de su mejor amigo, ella considera que lo justo es el suyo también desaparezca. Es verdad que adora patinar y estar sobre el hielo, entrenar y competir, pero dentro de ella siente que seguir haciéndolo si no es de la mano de su amigo, significaría la mayor de las traiciones posibles para con él. Y ese fue uno de los motivos que más me hizo empatizar con ella. Porque, aunque sepa del error de su razonamiento, yo también acostumbro a comportarme así. Me olvido de lo que yo quiero por pensar siempre en lo que quieren los demás. Por eso Hannah, me encandiló como lo hizo.
Misha, es tierno y pícaro a partes iguales. Como si algún dios del Olimpo hubiese medido a su atractivo y sus ojos celestes, hacen de él, el espécimen masculino por el que cualquier mujer del mundo se pasaría la vida suspirando (yo la primera). Sin embargo, este personaje esconde tras de sí mucho más de lo que a priori podría parecer. Un pasado doloroso y triste que le confiere cierto aire de chico atormentado que no hace más que añadirle más atractivo a su persona. Me encantó en cuanto abrió la boca y Virginia le dio vida. Y mojaréis las bragas con como trata a Hannah.conciencia las tacitas que debía ponerle de cada una de las dos cosas. Y eso, acompañado de
Por otro lado, también tengo que hablaros de Nick. El mejor amigo de Hannah un chico alegre y divertido que desaparece por completo tras el accidente que truncó su futuro. Después de eso, la rabia y la frustración anidan en su alma hasta el punto de convertirlo en una persona que ni él mismo logra reconocer. La rabia y la inquina que vomita por la boca cada vez que habla es de esas que, aunque comprendes, no soportas. Y aun así, tienes la esperanza de que cambie. No sé. Nick es, simplemente, un personaje que me fascinó. Debéis conocerlo para entenderlo.
Y por último, no puedo dejar de hablar de Abby, la mejor amiga de Hannah. Una rubia alocada y decidida que encarna (más de lo que me gustaría admitir) parte de lo que me gustaría ser. Es deshinbida, sincera y honesta y sus comentarios mordaces os harán reír con ganas.
«Y las bragas se te cayeron con tanta fuerza que llegaron al campo de arroz de un pobre labriego chino» ABBY
De la trama, os diré poco porque ya os la he resumido muy bien al principio del post. Pero me parece fresca, original y acertada. Todo a la vez. Con escenas muy divertidas mezcladas con escenas que me han hecho llorar. Es sentimental y tierna. Y nos habla, principalmente, de lo que es superar obstáculos que ni tu mismo te ves capaz de sortear. De la lucha interna y de la lucha con los demás. De la vida misma . Fantástica.
Para terminar, os diré que la pluma de Virgina me ha encantado desde el principio hasta el final. Humor irónico, humor alocado, ternura, sentimiento. Todo transmitido desde las voces de tres personajes que era necesario oír narrar, como son Hannah, Misha y Nick.
Coloquial, natural y sincera. Una narración estupenda.
«Así que, y tras todo este rollo, de Tan solo un segundo solo os puedo decir que os lo leáis. Que esta es una de esas novelas que, si os gusta la romántica y la new adult, no podéis dejar escapar. Os hará perderos entre sus páginas sin que seáis muy conscientes de que lo estáis haciendo. Y cuando os déis cuenta ya será tarde para ser capaces de dejar que estos personajes se vayan sin dejar un poquito de ellos dentro de vosotros»
Puntuación: 5 de 5
(Y entra de lleno en mi lista de favoritos del año)
¿Lo habéis leído? ¿Os ha gustado tanto como a mí? ¿Os apetece darle la oportunidad? Dejadme vuestras opiniones en los comentarios.
Besos gigantes Libro Adictos ♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Vas a comentar? ¡Mil gracias! Los bloggers vivimos de la satisfacción de que alguien comente nuestras entradas. Te contestaré a la mayor brevedad ;)